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Título: La Importancia de “enseñar”
Por David Cox
Mat 28:19-20 “haced discípulos a todas naciones… enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado.“
Cada iglesia debe evangelizar su comunidad. Podemos decir que nunca hay suficiente énfasis sobre el evangelismo. Pero debemos entender que muchas iglesias se hacen negligentes en la enseñanza, dando la excusa que tienen un buen esfuerzo en el evangelismo. Mientras que el evangelismo rescata el alma del infierno, la enseñanza (de doctrina) rescata la vida del mundo. Mientras que el evangelismo ve la necesidad humana, la enseñanza ve la gloria de Dios. El evangelismo busca de salvar las almas, pero la enseñanza busca los hombres de honrar a Dios. La gran comisión nos da la autoridad y permiso de evangelizar, pero igualmente nos obliga a enseñar a los que ya son evangelizados.
¿Qué es un maestro?
Un maestro de la Biblia es una persona quien que se dedica a pasar a otra persona los principios y información que él mismo ha aprendido. Dios quiere que las personas aprenden la verdad sobre Dios, y por esto, Dios dio el don de maestro (Deu 33:10; Efe 4:11). Dios es realmente el único buen maestro (Sal 25:4; 119:12; Mat 23:8-10; Jn 6:45; 1Co 2:12-13; 2Ti 3:16). Cada verdadero maestro toma esta obra divina en sus manos porque quiere ser el lápiz con que Dios escribe sus preceptos en los corazones de otros.
El trabajo o ministerio de un maestro de la Biblia es de primero entender la materia espiritual que Dios nos ha dado de aprender. Luego después de entenderlo él mismo, tiene que hacer una presentación de esta material, seleccionando solamente las partes más importantes para la lección a la mano, y luego organizando esta material más importante. Es sumamente importante de entender que la clase tiene un propósito, y esto es la transmisión de tal principio o punto espiritual. Entonces la presentación de material a fuerzas tiene que girar alrededor de este punto central de la clase.
Además, tenemos que excluir todo material que no este principio o enseñanza central de la clase. La introducción de material que distrae el estudiante de aprender el punto central es del diablo. Por lo tanto, el mismo maestro se refrena de introducir bromas, relatos, o cosas personales de su propia vida. Solamente lo que promueve el punto central de la clase es permitido.
A fin de cuentas, el maestro mismo busca de imitar a Jesucristo en sus acciones, en sus actitudes, y sobre todo, en su carácter moral. El arte de enseñar entonces es de formar Cristo primero en uno mismo, y luego de transferir este patrón espiritual al estudiante. La ventaja de ser un maestro de la Biblia es que es un trabajo de dedicar uno mismo a ser como Cristo. Todo es para consumo propio antes que les das a otros.
El don de maestro es algo que Dios da a la iglesia (Efe 4:11), pero hay muchos que son maestros aunque no tienen este don oficialmente. Cada padre de un hijo es un maestro (Deu 11:19; Efe 6:4; 2Ti 2:24-25), cualquier persona piadosa puede enseñar a otros aunque no necesariamente en reuniones públicas (2Re 12:2; Sal 34:11-14; Pro 10:21; Hechos 18:26; Col 3:16; 2Ti 2:24-25). En el A.T. los lideres religiosos y civiles enseñaron la ley de Dios al pueblo (Éxo 18:20; Deu 33:10; 2Cr 17:7-9; Mal 2:7). El ministerio de profeta era de enseñar al pueblo de fijarse y escucharse a Dios porque constantemente estaban vagando en su devoción a Él (Isa 30:20-21; Jer 23:22; 32:33). En el N.T., los escribas copiaron las Escrituras pero también eran muy informados de la Palabra de Dios, y por esto, ellos llegaron a ser maestros de las Escrituras (Esd 7:6; 10; Neh 8:1-3, 8). Pero cuando llegó Jesús, ellos han convertido a personas que no enseñaban la Palabra de Dios, sino sus propios entendimientos y tradiciones que estorbaba la gente de no entrar en el reino de Dios (Mat 15:9; 23:1-7, 13; Luc 11:52).
Jesús como maestro.
El título “rabí” llegó a ser un concepto muy popular por los escribas que enseñaban la ley. Fue un término de cariño para estas personas, y fue usado para Jesús (Mar 9:5; Jn 1:38; 3:2; 6:25; 9:2). Fue usado para maestros buenos y malos (Mat 23:8; Jn 3:10). Jesús no tuvo entreñamiento formal en las escuelas de los escribas pero tuvo la autoridad y poder de Dios en su enseñar (Mar 11:18; Luc 4:22; Jn 7:15; Hechos 4:13). Donde enseñaba. Jesús enseñaba en las sinagogas, en el templo, en los hogares, y en el aire libre (Mat 9:35; Mar 12:35; 10:38-39). Enseñó abiertamente a todos, y en privado a sus propios discípulos (Mar 6:34; 13:3). Como enseñaba. Usó los métodos de platicas, argumentos, parábolas, y enseñanza didactica (directa) (Mat 13:10; 22:41-46; Jn 3:1-14; 8:12-20; 16:29). Su forma de enseñar era tanto una proclamación de las buenas nuevas que la diferencia entre predicar y enseñar desapareció (Mat 9:35; Mar 6:6, 12). Aunque su enseñanza era de informar a la gente sobre la verdad del evangelio, siempre les presionó para responder a ello.
El contentido principal de la enseñanza de Jesús es que Jesús mismo había venido de Dios (Jn 7:28-29; 8:28), que su enseñanza era directamente de Dios (Jn 7:16), y que por Jesús y su enseñanza, el reino de Dios ha llegado (Mat 4:23; 5:1-3; Luc 17:21-22). Su enseñanza era igual a un llamamiento a la vida de ser Su discípulo (Mar 8:34-38; Luc 9:57-62; 14:25-33).
El origen de su enseñanza era siempre lo que el Padre le ha dado a Él (Jn 17:8), y enseñó a sus discípulos que deben hacer lo mismo (Mat 28:19-20). Jesús les prometió la ayuda y guianza del Espíritu Santo en este esfuerzo (Jn 14:18, 25-26; 15:26; 16:13).
Los apóstoles como maestros.
Los apóstoles tuvieron el trabajo principal de enseñar lo que habían recibido de Jesucristo. La iglesia primitiva vieron los apóstoles como los maestros oficiales de la doctrina de Dios (Hechos 2:42; 5:42). Aun recibieron la enseñanza del apóstol de las iglesias, Pablo, como oficial (Hechos 15:35; 1Co 14:37; 15:1-5; 1Te 2:13). Con las muertes de estos maestros, Dios levantó nuevos maestros de seguir la enseñanza de Dios, aunque estos no tuvieron la misma autoridad bajo inspiración como los doce apóstoles y los primeros misioneros, pero por todos modos el don de maestro era establecido para repartir las doctrinas de Dios en cada generación. Pero ellos entendieron la Palabra de Dios por estudiar las Escrituras, y tuvieron el don y ministerio de comunicar esto a la gente de su generación (Rom 12:7; 1Co 12:28; Efe 4:11; 1Ti 4:13-16). El oficio, ministerio, y don de recibir primeramente o directamente de Dios nueva enseñanza terminó con los apóstoles y estos primeros misioneros (Efe 2:20; Apo 22:18-19). Pero habiendo establecido y fijado la doctrina, el ministerio de transmitirla a cada generación y nación ha continuado en el don de maestro.
Maestros en la iglesia local.
El don de maestro es de alimentar espiritualmente el rebaño de Dios, y este trabajo es vinculado muy fuertemente con el oficio de supervisión de la iglesia que es del pastor Efe 4:11. Maestros son ligados a los pastores de tal forma que los maestros tienen que ser pastores, y los pastores tienen que ser maestros. El ministerio de pastor es de cuidar y alimentar las ovejas (Hech 20:28). El trabajo de maestro no es de nada más hablar enfrente de otros, sino de entender sus estudiantes de tal forma que el maestro y la instrucción es dirigida a cambiar el estudiante en ser como Jesucristo. Esta educación espiritual empieza con entender dónde está el estudiante en su vida espiritual, y luego encontrar enseñanza bíblica para él en este nivel de la vida espiritual, y llevarle adelante. El trabajo del maestro es siempre vinculado a entender y ayudar el estudiante espiritualmente. Su ministerio es de edificar la iglesia por edificar a cada miembro individualmente para que entiendan la Palabra de Dios (Efe 4:12).
El maestro tiene que dominar su materia.
Stg 3:1 Hermanos míos, no os hagáis maestros muchos de vosotros, sabiendo que recibiremos mayor condenación. 2 Porque todos ofendemos muchas veces. Si alguno no ofende en palabra, éste es varón perfecto, capaz también de refrenar todo el cuerpo.
En el argumento de Santiago, lamenta la multiplicación de maestros adentro del pueblo de Dios. Actualmente no hay nada mal con que hay maestros, pero lo que habla Santiago en su epístola es que hay muchos que no cumplen con los requisitos y quieren dominar por enseñar y juzgar a los demás. El problema aquí es lo que Santiago dice, son “solamente oidores de la Palabra, y no hacedores.” O sea, pretenden de saber y ser un experto sobre los caminos de Dios, pero ellos mismos no se sujetan a estos principios y normas (son solamente oidores, y no cumplen con lo que supuestamente enseñan a otras personas).
Pablo dijo en 1Cor 9:27 “que golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre, no sea que habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado.” El miedo de Pablo era la hipocresía de enseñar los principios de Dios sin que él actualmente sigan estos principios. Entonces cuando exigimos que los maestros “dominan su materia”, no es de decir que tienen que saberlo en todos sus detalles, sino que ellos tienen que entender los puntos principales y importantes, y aparte de entender, ellos mismos tienen que seguir con todo su alma y esfuerzo estas ideales morales que la Biblia nos presenta, y lo que ellos supuestamente ponen su lealtad a ellas.
¿Quién debe enseñar?
Cuando hablamos de enseñar moralidad, o sea, los principios y normas de Dios, entonces solamente los más piadosos y espirituales entre nosotros deben hacerlo. Claro que todos en la iglesia son pecadores todavía, y en este punto nadie es calificado, pero hay consideraciones que deben excluir la mayoría, dejándonos con “la crema”. Un borracho no debe enseñar moralidad a otros. Los Alcóholicos Anónimos hacen exactamente esto, usan borrachos a exhortar a otros borrachos de no tomar. Cuando el maestro se recae, entonces los estudiantes ven aceptable que sigan su ejemplo.
En la iglesia, los maestros deben ser personas de buen carácter, que no tienen pecados dominando su vida. O sea, en la mayoria de las cosas, ellos son ejemplos de Jesús, y en los casos donde se caen, no son asuntos muy importantes. Es diferente un hermano que hace fornicación y adulterio, y un hermano que no cumple de traer las tortillas a una comida en la iglesia. Simplemente el pecado es de diferente grado en uno caso que en el otro.
¿Qué es la materia que es enseñado?
Desafortunadamente, muchos los maestros tienen sus propias ideas sobre el materia que es enseñada. No es la materia que Dios nos dio, sino ellos enseñan cosas de sus propias cabezas. Ve El Falso Maestro.
Qué es enseñado. Primero sobre todo, el contenido de la enseñanza debe ser la Palabra de Dios. Las bendiciones y promesas de fruto espiritual vienen solamente por la predicación de la Palabra de Dios. Aunque es válido de usar ilustraciones para hacer más claro un punto de la Biblia, la mayoría de la enseñanza debe ser directamente de las Escrituras.
Neh 8:8 Y leían en el libro de la ley de Dios claramente, y ponían el sentido, de modo que entendiesen la lectura.
Para aclarar, buena enseñanza tiene el carácter de ser presentado en tres partes. Primero las palabras actuales de la Biblia son leídos. Segundo estas palabras exactas son explicado. Y terecero, una aplicación personal a las vidas de los oyentes es hecho, vinculado con una exhortación a cambiar sus vidas según la enseñanza presentada. El fin, el propósito, o la meta de toda enseñanza y predicación es un cambio espiritual en el estudiante. Sin este principio muy visto en la preparación de la enseñanza, sin ser visto en la selección de textos, material, o elementos de la enseñanza, sin ser visto en la presentación de la enseñanza, entonces la enseñanza toma un carácter maligno y satánico en lugar de ser la obra de Dios.
Toda enseñanza que no mueve el estudiante más cerca a su Señor, es una diversión de Dios. El hombre rebelde no quiere a Dios, pero Dios quiere que él se entrega sus pecados, y el rebelde no quiere dejarlos. Entonces el rebelde busca religión pero que no sea “picante”, (o sea, que no le redarguye tanto por sus pecados). Si no cumples con el propósito singular que Dios nos ha dado de cumplir, trabajas para Satánas haciendo el estudiante u oyente sentir como ha recibido “religión” cuando no ha acercado nada a Dios.
Hay también un mandato de enseñar todo el consejo de Dios (Hechos 20:27; Mat 28:20). La falta normalmente viene de una de dos razones: (1) el predicador no enseña algo para no ofender individuos en su congregación, por ello, que ellos no cambian y salen del grupo. (2) el predicador no enseña un doctrina particular porque tiene ofensas personales o disgustos hacia tal doctrina, y cambia el mensaje de Dios. Cuando las ovejas reciben todo el consejo de Dios, ellos mismos llegan a la madurez espiritual, y con esta madurez, ellos mismos pueden discernir lo que es saludable y lo que no lo es. La idea es que ellos llegan a ser más independientes en su vida espiritual, y no necesitan el pastor o un maestro de darles la comida ya masticada. Ellos pueden funcionar detectando sus problemas fallas, pecados, y debilidades, y pueden encontrar remedio y solución de sus propios entendimientos y estudios de las Escrituras. (Efe 4:13-14; Col 1:28; Heb 5:12-14). El falso maestro-profeta quiere detenerles en un estado de dependencia espiritual para que siempre él tenga poder de mandar en sus vidas. La razón por hacer o no hacer algo es porque el falso maestro-profeta dice, y nada más es necesario. Con creyentes maduros, la razón es siempre un principio bíblico que es entendido y explicado claramente por la oveja, no el pastor.
Qué no es enseñado. Es muy importante de que el maestro cuenta pocas veces la oportunidad de enseñar, y entonces no desperdicie estas pocas oportunidades en perder una en algo no necesaria, o de repetir puntos de menor importancia demasiado veces. Hay también asuntos que simplemente no son correctos de enseñar para nada sino que concentra todas sus oportunidades de enseñar en elementos de la vida cristiana que les da conocimiento de la persona de Dios, que crece una fe sincera, y una vida pura o la piedad y santidad (Col 1:28; 1Ti 1:3-5; 4:6-8; 2Ti 2:23-25; 4:1-2).
¿Cómo enseñan?
El método de enseñar es espiritual. O sea, el estudiante ve los principios de la materia en el vivo ejemplo del maestro.
Para preparar un clase de la Biblia, primero el maestro tiene que obtener el mensaje de Dios. A veces él escoja el tema, el pasaje, o el concepto de la clase, y a veces es dado a él.
También el maestro debe presentar la material poco a poco, echando unos fundamentos o cimientos sobre los cuales edifica lo demás. Las cosas más simples deben siempre ser presentados primero, y luego edificar y explicar las cosas más difíciles.
Además, el maestro entiende que todos somos burros, y entonces, él o ella debe dar repasos, y repetir suficiente que no se olvida los puntos presentados en el principio por el paso de tiempo. Siempre un buen maestro regresa los puntos importantes que han visto en clases pasadas a hacer un breve repaso de ellos de vez en cuando cuando es apropriado de hacerlo.
Las responsabilidades de estudiante.
Primero sobre todo, el estudiante debe entender cómo esta situación funciona, que es por el ejemplo espiritual del maestro, enseñando la doctrina de los apóstoles, que uno realmente aprende espiritualmente. Esto es en un contexto de la iglesia local, donde hay enseñanza y de inmediato hay práctica de esta enseñanza (una respuesta del estudiante en cambiar su vida). Por esta razón, ningún maestro es bueno si no vive el ejemplo de Cristo, y esto es simplemente no cobrando por las enseñanzas sino que tiene fe en Dios que va a suplir sus necesidades, entonces cada estudiante debe cooperar económicamente con el maestro (1Co 9:14 “ordenó el Señor a los que anuncian el evangelio, que vivan del evangelio”; Gál 6:6 “el que es enseñado en la palabra, haga partícipe de toda cosa buena al que lo instruye”; 1Ti 5:17). El falso maestro muchas veces será una persona muy atenta a las finanzas, siempre echando su ojo codicioso sobre la entrada de dinero, o el movimiento de dinero, y siempre tomando para sí dinero. Unos son muy astutos y buscan amigos de él para hacer este trabajo para que no se vea tan obvio, pero se ve su falta de ánimo cuando por lo largo trabaja gratis. El buen estudiante tiene la obligación delante de Dios de dar un sueldo justo (Luc 10:7 “porque el obrero es digno de su salario”; 1Ti 5:18 “Digno es el obrero de su salario”) al buen maestro, y no dar nada al falso maestro, y salirse debajo de su ministerio. Cuando venimos para servirnos de la comida espiritual, nada bien va a resultar si salimos sin pagar la cuenta.
Segundo, el buen estudiante de la Biblia debe probar todo que oye contra las Escrituras, a ver si coincide o es otra doctrina. (1Te 5:20-21; 2Te 2:15; 1Ti 6:3; Hechos 15:1; 1Ti 1:7; 2Ti 4:3-4; 1Jn 4:1; 2Jn 1:7-11).
Tercero, el buen estudiante debe examinar no solamente el contenido de lo que le enseñan, pero también las vidas personales y doctrinas de los maestros que les enseñan (1Ti 4:15-16; Stg 3:1). Si hay hipocresía en los maestros, lo que realmente enseñan es hipocresía, y no la Biblia. Satanás será muy a gusto con buena doctrina cuando viene de hipócritas para nada más burlar de Dios y Su obra. Parte de lo que debe ser obvío en el maestro es que tiene el don, el talento espiritual, y el llamamiento de Dios para enseñar (2Ti 2:2; 1Ti 4:13-14; Heb 5:12).
Cuatro, cada estudiante de las Escrituras debe ver cada enseñanza por su valor espiritual a su propia vida espiritual. Esto quiere decir, que toma la enseñanza y se aplica esta enseñanza a su vida personal. Sin aplicación personal, la enseñanza no sirvió para nada. Debemos entender que el aprender de la Biblia no es nada más de juntar información fría sobre Dios y nuestro mundo, sino es para abrir amplio camino a adorar y alabar a nuestro Dios. Cada cosa que aprendemos debe llevarnos más cerca a Dios. Información que no causa a nosotros de arrepentirnos de nuestros pecados, ni animarnos para andar en la justicia de Dios no es buena enseñanza ni modo que “bueno” que sueña o siente.
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Biografía.
Cole – Definitions of Doctrine, Capítulo 24 Las Responsabilidades de un Maestro.
Bridgeway Diccionario – entrada, Teacher.
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Estas clasess son muy interesantess
como masetro de escuela biblica dominical, agradezco a Dios y a ustedes por publicar estas enseñanzas sde capacitacion para todos los que aman los niños.