Salvación, Seguridad y Certeza Middletown

Salvación, Seguridad y Certeza Middletown es una serie de 13 estudios sobre la salvación, la seguridad, y la certeza  Middletown que están en la forma de rellenar los espacios con una respuesta.

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Salvación, Seguridad y Certeza Middletown es una serie de 13 estudios sobre la salvación, la seguridad, y la certeza  Middletown que están en la forma de rellenar los espacios con una respuesta.

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Contenido de Salvación, Seguridad y Certeza Middletown

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Salvación, Seguridad, y Certeza

  1. ¿Qué Significa la Salvación?

  2. La Eficaz Obra de Cristo en la Cruz

  3. ¿Qué es la Fe?

  4. La Gloriosa Verdad de la Justificación

  5. Arrepentimiento y Conversión

  6. Certeza y Seguridad

  7. Seguridad Eterna (continuación)

  1. Seguridad Eterna (continuación)

  2. Profesantes y Poseedores

  3. Señales de Vida (Parte 1)

  4. Señales de Vida (Parte 2)

  5. Señales de Vida (Parte 3)

  6. Señales de Vida (Parte 4)

Extracto CAPÍTULO 3 ¿Qué es la Fe?

La Biblia es muy clara en cuanto a la única condición esencial para la salvación:

“C____________ y sed SALVOS” (Lucas 8:12)

“Agradó a Dios ____________ a los ________________

por la locura de la predicación” (1 Corintios 1:21)

“_________ en el Señor Jesucristo y serás

______________” (Hechos 16:31)

“El hombre es salvo “por gracia mediante la _____” (Efesios 2:8)




¿Qué es la FE y qué significa CREER?

Fe (creer o confiar) no es alguna cosa difícil que nadie realmente entiende. La gente camina por fe cada día. Cuando te sientas sobre una silla, tienes FE en esa silla y CREES que te sostendrá y que no se romperá en pedazos cuando pongas tu peso sobre ella. Cuando conduces tu automóvil, CONFÍAS en los frenos y CREES que los frenos funcionarán cuando necesites detenerte repentinamente. Cuando vuelas de una ciudad a otra, tienes FE en el avión y CONFÍAS que te llevará sano y salvo a destino, sin estrellarse a tierra. Cuando comes algo, CONFÍAS en que el alimento ha sido debidamente preparado y que no ha sido envenenado. Cuando bajas a tu sótano, CONFÍAS en los pilares y las paredes que sostienen el techo sobre tu cabeza y CREES que la casa no se vendrá abajo sobre ti. Cuando te subes a un árbol y apoyas todo tu peso sobre una rama (10 metros sobre tierra), CONFÍAS en que la rama es lo suficientemente fuerte como para sostenerte. Siempre que conduces tu bicicleta sobre un puente, CONFÍAS en que ese puente te sostendrá y que no colapsará sobre el agua o la carretera que está debajo. Cuando acariciamos a un perro grande, CONFIAMOS que es un perro amigable y que no nos morderá la mano. Cuando tu amigo te dice que se encontrará contigo en el parque mañana a las 3.00 p.m. LO TOMAS POR SU PALABRA y CREES que él hará lo que dijo que haría. ¿Puedes pensar en otros ejemplos de cómo vivimos por fe cada día?

A veces los frenos del auto fallan y la persona puede tener un accidente. A veces los aviones se estrellan y hay pérdida de vidas. A veces las sillas se rompen cuando las personas se sientan en ellas. A veces hay algo malo con el alimento que comemos y nos puede enfermar. A veces los techos de los edificios se vienen abajo. A veces las ramas se quiebran cuando subimos a un árbol. A veces nuestros amigos no cumplen lo que prometen.

LA FE ES TAN EFICAZ COMO EL OBJETO (persona o cosa) EN EL CUAL ESTÁ PUESTA. ¿Es posible confiar en algo o en alguien que nunca nos fallará? ¿Hay alguien en quien podemos poner nuestra fe que nunca nos desilusionará o nos dejará caer?

La Biblia nos dice exactamente en QUIÉN deberíamos creer y en QUIÉN deberíamos confiar plenamente. No es Santa Claus ni tampoco el conejito de Pascua. No es el presidente de Estados Unidos. No es tu profesor o tu pastor, aunque ellos puedan ser buenas personas. Ciertamente que no eres tú mismo, porque te desilusionarás muchas veces de ti mismo y te dejarás caer. Pero hay una Persona en la cual podemos creer sin lugar a dudas. ¿QUIÉN ES ESTA PERSONA (ver Hechos 11:17; 16:31; 19:4 y 20:21)? ______________________________________

¿Qué significa creer en el Señor? Una vez un misionero estaba traduciendo el Evangelio de Juan a un dialecto africano. Le era muy difícil encontrar una palabra para la palabra importante “creer” (que se encuentra con frecuencia en el evangelio de Juan—ver por ejemplo Juan 1:12; 3:16, 18, 36; 5:24; 6:35,47; 7:38; 8:24; 11:25-26; etc.), de modo que dejaba el espacio en blanco. Continuaba con su trabajo pero se frustraba constantemente por su incapacidad de traducir esta palabra clave. Un día llegó un nativo de otra comunidad con un mensaje muy importante. Había corrido durante varias horas por la enmarañada selva y estaba completamente exhausto. Tartamudeó su mensaje y, como se encontraba al final de su resistencia, se tiró sobre una hamaca. Al relajarse dio un suspiro de alivio y pronunció una palabra en dialecto africano que era nueva para el misionero. Preguntó a los nativos lo que el corredor había dicho. Uno contestó, “Master, significa ‘Estoy descargando aquí todo mi peso’.” “Gracias Señor”, dijo el misionero, “esa es precisamente la palabra que necesito para ‘creer’ ”, y procedió a concluir su traducción. Así también, creer es echarse sin reservas en los brazos abiertos del Señor Jesús y decir, “Señor, en Ti descansa mi alma por la eternidad. Confío que TÚ me sostendrás y que me guardarás salvo y seguro para siempre. Dependo de Ti y solamente de Ti para salvarme.”

Sí, Dios quiere que nos apoyemos con todo nuestro peso sobre Cristo. Tenemos que echarnos sobre Jesucristo y descansar en Él y entregarnos por completo a Aquél que puede S__________ (Hebreos 7:25). ÉL es nuestra única esperanza de salvación.

¿Qué significa creer en el Señor? Otra ilustración puede ser de ayuda. Se cuenta la historia de un experto caminante de cuerda floja cuya cuerda estaba extendida sobre las cataratas del Niágara. Por cierto, caer desde esta cuerda significaba la muerte segura. Balanceando su larga vara, pisa sobre la cuerda y comienza a caminar. La multitud está silenciosa. Finalmente pone triunfante sus pies en la otra orilla y grandes vítores se elevan por encima del ruido de las cataratas.

El hombre vuelve a la multitud y hace una desafiante proposición. Ofrece volver a cruzar las cataratas con un hombre a sus espaldas. Pero, ¿quién será el hombre?

“¿Crees que puedo llevarte al otro lado?” pregunta el caminante de

cuerda floja volviéndose a un individuo idóneo.

“Por cierto que sí,” responde de inmediato el interrogado.

“¿Me lo permites?” averigua el héroe en ciernes.

“¿Si te lo permito? Bueno, difícil. No creerás que arriesgaré

mi vida así, ¿no?” y se aparta.

“¿Y tú?” pregunta a otro hombre que está cerca.

“Yo creo. De hecho, no tengo duda alguna.”

“¿Confiarás en mí?”

“Sí.”

La gente observa estupefacta mientras se sube a las espaldas del caminante de la cuerda floja y ellos comienzan a dar paso por paso. Finalmente, han cruzado; dan el paso final y están en tierra firme otra vez.

Cruzar el abismo entre el tiempo y la eternidad es la gran cuerda de salvación. Jesucristo es el único capaz de cruzarlo. Tú puedes haber escuchado todo sobre esto y, tal como el primer hombre, puedes incluso creer que Jesús te puede llevar al otro lado. Pero mientras no tomes el paso final y te encomiendes a ÉL, nunca llegarás al otro lado. Dios quiere que confíes plenamente en Su Hijo.

Hay un solo problema con esta ilustración. Transmite la idea que confiar en el Señor Jesús es algo muy peligroso y arriesgado. Nada puede ser más alejado de la verdad. De hecho, confiar en Jesús para la salvación eterna es la cosa más segura que una persona puede hacer. Los caminantes de cuerda floja humanos a veces fallan y algunos incluso se han precipitado a la muerte. El Señor Jesucristo nunca ha fallado y nunca fallará. Los que vienen a ÉL para ser salvos nunca serán desilusionados. ¿Has hecho esto?

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