¿Por qué enseñar Escuela Dominical?

¿Por qué enseñar Escuela Dominical?
Por David Cox

Muchas veces, como pastor de una iglesia yo pido a alguien de ser un maestro de escuela dominical en nuestra iglesia, y me contesta que prefieren que no hacerlo. Voy a repasar unas razones porque enseñamos a los niños en escuela dominical.

Casi la mayoría de los padres cristianos y casi todos de padres inconversos entrega la responsabilidad de educar a sus hijos a la iglesia, y esto se cae principalmente a los maestros de escuela dominical. Si son problemas de carácter, mucho se cae sobre que bueno era los maestros de escuela dominical en compartir la moralidad o que malo son.

Pero unos quieren excusarse de este deber simplemente porque no sienten carga para hacerlo. Estamos perdiendo nuestros jóvenes del cristianismo, y no ven carga por eso. Es difícil de entender estos hermanos. A lo menos de apoyar el grupo de jóvenes con traer sus jóvenes fielmente cada domingo y también apoyar con refrescos y comida cuando hay un convivio de los jóvenes.

Porque Dios nos manda a hacerlo.

Mar 10:14 Viéndolo Jesús, se indignó, y les dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de Dios.

La idea que estaban pensando los discípulos es que los niños no pueden entender los asuntos de la salvación y la Biblia, pero Jesucristo les corrigió. Sí se puede. El problema es que necesitan una explicación más a su nivel, y es por esta razón que separamos los niños y jóvenes por edades para que se pueda explicar la Biblia mejor a su edad y entendimiento.

El problema fuerte aquí es que para unos, los niños no pueden entender las cosas de Dios, entonces vamos a esperarles hasta que están grandes, y luego vamos a traerles a la iglesia. Pero la realidad de la situación es que de grande, ya no tienen costumbre de meterse enteramente a las cosas de Dios, y rehusan de hacerlo. Si los padres logran a traer o esforzar un jóven adulto, no va bien para el padre. El joven no está abierto o dispuesto a oír o aceptar. Ya pasó el tiempo correcto para enseñarle la verdad de la Biblia.

Porque los niños necesitan salvación.

Sal 51:5 He aquí, en maldad he sido formado, Y en pecado me concibió mi madre.

Rom 3:23 por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios,

No podemos negar la verdad que los niños necesitan ser salvo. Son nacidos en pecado, y si mueren antes de tener fe en Jesucristo, irán al infierno. El problema es que si no enfrentas el pecado en tus hijos desde chiquito, este pecado va a formar su carácter para ser rebelde en contra de autoridad (la tuya igual que la de Dios), y después tienes que dejar tu hijo a otro maestro mucho más cruel. El maestro de las broncas crueles de la vida. Van a meterse en crimenes, drogas, alcohol, y sexo afuera de la gracia de Dios, y luego van a venir a tu casa borracho, con problemas de salud, y con niños no deseados. Entonces ¡pagarás doble por no tener pantalón para entrenar a tus hijos de chiquitos!

Porque la Biblia solucionará sus problemas igual a los adultos.

Pro 22:6 Instruye al niño en su camino, Y aun cuando fuere viejo no se apartará de él.

El punto es que de abandonar a un niño a una vida sin la moralidad de la Biblia es de condenarle al infierno. Sí pueden entenderlo, aprenderlo, y ser salvo, pero solamente si alguien tiene la paciencia para tratar bien con ellos.

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Dios nos soluciona a nuestros problemas. Pero mucho de lo que son estas soluciones son preventivos. O sea, es siempre mejor de no empezar a tomar alcohol o drogas que buscar una solución de una adicción. Es mejor no tener sexo con nadie menos tu pareja legal y legitima (del sexo opuesto, y desde nacimiento sin cambiar su género) que luego tener SIDA o niños no deseados, o niños sin madre o sin padre presente en el hogar.

Cuando estes jóvenes están trabajando a la edad de quince o diesiocho años para sostener solo a un niño de sorpresa, y te dan a ti la responsibilidad de cuidar al niño mientras que el joven trabaja, pensarías ¿Por qué las cosas son tan duras? Es porque no tomaste la solución preventiva.

El tiempo de aprender de Dios y seguirle es lo más joven que uno es.