edj03-18 Cosecharás lo que has Sembrado

Cosecharás lo que has Sembrado es una clase de escuela dominical sobre las cosas que haces van a regresarte en forma mala o buena.

Por David Cox
© 2022

Escuela Dominical Serie 3, Número 18
http://www.maestro-de-escuela-dominical.com

Gálatas 6:7 No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. 8 Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna.

Es un grave error para pensar que puedes engañar o hacer cosas “afuera de la vista” de Dios y salirse sin prejuicios a tu propia vida. Dios ve todo lo que somos y lo que hacemos, y Él juzga a las acciones, dichos, actitudes, y motivos del corazón de cada persona. Si uno piensa que Dios no va a llevar a cuentas sobre cada detalle de su vida, está engañándose a sí mismo. Romanos 2:16 en el día en que Dios juzgará por Jesucristo los secretos de los hombres, conforme a mi evangelio.

Pro 14:12 Hay camino que al hombre le parece derecho; Pero su fin es camino de muerte.

Siempre estamos pensando que nuestro punto de vista es el correcto. Presumimos que lo que es bueno para uno es correcto en la vista de Dios. Pero no es cierto. Cómo ve Dios a un asunto, así es la vista o forma correcta.

Las acciones tienen consecuencias eternas. Jeremías 17:9 Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá? 10 Yo Jehová, que escudriño la mente, que pruebo el corazón, para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras. La única forma de vivir la vida correctamente es de siempre tener en cuenta que Dios va a juzgar tu vida. Tenemos que cuidar todo lo que hacemos para que sea de buena vista en los ojos de Dios. Que la maldad e iniquidad nunca tenga un lugar en nuestras vidas, justicia y buenas obras y bondad son lo que abundan más y más en nuestras vidas.

Eclesiastés 11:10 Quita, pues, de tu corazón el enojo, y aparta de tu carne el mal; porque la adolescencia y la juventud son vanidad.

Por ejemplo, los jóvenes frecuentemente son personas enojadas. Rebelan constantemente en contra de cualquier autoridad, contra la “injusticia” (como ellos lo ven) y en contra del abuso de ellos. Pero todo esto llega a ser vanidad, llega a ser un daño a sí mismo, y son cosas huecas de valor eterno. No hay ninguna excusa para hacer la maldad. No hace sentido de enojarte sobre lo que no puedes cambiar, lo que Dios no te ha dado de afectar o ser envuelto en ello. Hay un elemento saludable de aceptar la vida que Dios te ha dado. Cambiar lo que puedes para el bien, y aceptar lo demás siendo contento y no amargándote la vida para tu propio mal.

Marcos 9:43Si tu mano te fuere ocasión de caer, córtala; mejor te es entrar en la vida manco, que teniendo dos manos ir al infierno, al fuego que no puede ser apagado, — Jesús

Es muy drástico lo que exhortó Jesús, y nos demuestra que tanto debemos odiar el pecado. Debemos ser muy cuidadosos de no pecar en ninguna forma.




Reglas de la Siembra: (1) Lo que siembras vas a cosecharlo. Cada “árbol” (persona y su carácter) tiene vigente sobre él o ella que va a recibir de lo mismo que hace a otros. Siempre sé bueno para con todos entonces. Es locura de sembrar semilla de naranja, y pensar que va a salir manzanas. Siempre hay resultados de lo que haces, bien o mal. (2) Siempre cosechas de la misma cosa que siembras. Mateo 7:16 Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos? Jesús enseñó sobre los falsos profetas en este principio. Es fiel y confiable de creer que “el árbol” es limitado a frutos según su género. Malas personas producen malas obras. Buenas personas producen buenas obras. Examina las obras de alguien, y vas a saber si la persona es bueno o malo, salvo o inconverso. ¿Qué es siempre la tendencia de su vida? ¿Maldad y perversidad? Esto es el corazón (árbol) de una persona sin Cristo. Como cristianos, todos fallamos de vez en cuando. Aun un buen árbol de manzana puede tener una manzana podrida de vez en cuando. Pero si examinas todo su fruto, siempre da manzanas. ¿Qué produce tu vida? Esto revela qué tipo de árbol eres. Eres salvo, o eres inconverso.

(3) Vas a cosechar mucho más de que siembras. De un grano de maíz puede salir 20 mazorcas con 100-400 granos cada uno. Todo el chiste de sembrar es en que multiplicas lo que siembras en la cosecha. Siembras un poco de maldad, y vas a cosechar mucha maldad en tu propia vida. Mateo 13:8 dice “dio fruto, cuál a ciento, cuál a sesenta, y cuál a treinta por uno.” Es cierto y seguro que cuando siembras, vas a cosechar mucho más que pusiste de empezar. Si cosechas cosas para la eternidad, ¡qué bien! Pero si cosechas maldad, ¡cuidado! (4) Ignorancia de qué semilla estás sembrando no cambia nada. Muchos piensan, “lo que hago no es tan mal. Estoy nada más jugando con otros. Ni modo si no busco las cosas de Dios.

Juan 5:28 No os maravilléis de esto; porque vendrá hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz; 29 y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; más los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación.

Jesús enseñó que Dios está examinando muy cuidosamente a qué cosa estamos sembrando en nuestras vidas. Habrá en el futuro una resurrección a la vida, y otra a la condenación. Nadie puede escaparse de la realidad de esto. Si uno es salvo (tiene su fe en Jesucristo como su Salvador), entonces será una resurrección a la vida. Pero fíjate en principio #4 (Ignorancia de qué semilla estás sembrando no cambia nada). Lo que tú piensas no importa. Lo que importa es lo que haces, crees, etc. en la luz de lo que Dios piensa. Dios es nuestro Creador y Juez.

¿Cómo siembro lo bueno? Pues, todo esto viene de tu corazón. Si tienes una relación salvadora con Jesucristo, esta relación va a darte el deseo y la fuerza y capacidad de sembrar lo bueno y cosechar mucho bien para ti. Pero fíjate que esto es solamente cuando (1) realmente confías en Jesús como tu Salvador, (2) dejas que Jesús y el Espíritu Santo llena tu corazón.

Hay dos totalmente diferentes criterios en todo esto. (1)  Si somos salvos o no, entonces vamos al cielo o si no, al infierno. (2) De lo que hacemos, vamos a ser juzgado. El vínculo que unen los dos a uno es que todo cristiano actúa según su naturaleza. Todo inconverso igualmente. Entonces, salvos, son de un carácter que es la imagen misma del carácter de Jesucristo. Inconversos son del mismo carácter de Satanás. Tan confiable es este vínculo que por sus obras verás qué son (puedes discernir qué son y Dios también verá).

Efesios 5:18 ​No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu, Hechos 13:52 Y los discípulos estaban llenos de gozo y del Espíritu Santo.

La forma de siempre “sembrar” lo que debes, la justicia, lo bueno, es de siempre permanecer en Jesús, y ser lleno del Espíritu Santo. Si te meditas en las promesas de Dios, tendrás gozo.

Juan 15:5 Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer. 8 En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto (bueno), y seáis así mis discípulos.

Para la prueba de ser salvo, es fe en Jesucristo sin obras (Efesios 2:8 Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; 9 no por obras, para que nadie se gloríe). Pero fe que salva va a transformar tu vida en la imagen de Cristo. Hay evidencias de esta fe en tu carácter, en tus acciones.

Colosenses 1:10 para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios;

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