El Chismoso
© David Cox 2010
Escuela Dominical para Jóvenes
Volumen 1, Número 7
El Chismoso
La idea de ser un chismoso es de estar comunicando detalles e información (que puede ser la verdad o una fábula) a otras personas simplemente por el gozo de estar diciendo algo a alguien. En la mayoría de los casos, el chismoso va a fabricar la información que da, o dar media verdad (y fabrica lo demás), o solamente busca información verídica que daña a otros. La primera característica de un chismoso es que no pone prioridad e importancia en ordenar su propia vida, sino quiere meterse en las vidas de otros sin ser invitado, o sin tener derecho de entrar. O sea, también es metiche, entremetido. Pablo habló a las mujeres con este problema en la iglesia donde estaba ministrando Timoteo.
1Ti 5:13 Y también aprenden a ser ociosas, andando de casa en casa; y no solamente ociosas, sino también chismosas y entremetidas, hablando lo que no debieran.
De ser ocioso es de no estar ocupado en algo que es de provecho para la eternidad. O sea, Dios mandó a Adán a trabajar para sostenerse, y mucho de nuestras vidas se relaciona con el simple vivir. El ocioso no está ocupado en cosas que le ayudan a él a sostener la vida, ni toma el mandato de Dios de amar a su próximo ni trata de ayudar a otros, sino se ocupa con cosas sin valor espiritual y que realmente ni tienen valor económico, ni moral. Son cosas con las cuales pierde el tiempo (como jugar video juegos o ver la televisión, porque a lo menos de andar en bicicleta es un ejercicio para el cuerpo). Dios nos ha dado límites en que no debemos meternos en las vidas ajenas, y el chismoso y entremetido no piensa en esto.
Prov. 11:12-13 El que desprecia a su amigo, es de corazón menguado; pero el varón prudente callará sus defectos. El que va de mala fe, descubre los secretos; pero el de corazón leal calla lo que el amigo le confía. (Versión de Félix Torres Amat).
La Biblia habla de la maldad en el corazón de la persona quien anda descubriendo los defectos y secretos de otros. La persona quien no tiene su corazón “menguado” (o sea, seco de la vida espiritual) es la persona confiable, en que no va a descubrir información sobre otros cuando no es necesario, o cuando le causará a esta persona de ser visto mal en los ojos ajenos. Hay gente que tiene autoridad de meterse en reconocer y corregir estos defectos como tu médico, tu pastor, el gobierno civil (policía, jueces, etc.), pero nada más por ser un conocido o vecino, no te da la autoridad delante de Dios.
Otra característica de un chismoso es que causa contención, sedición, turbios, y estorbos entre amigos. Prov 16:28 dice que el chismoso aparta los mejores amigos. En Prov 26:20 dice que “donde no hay chismoso, cesa la contienda”. La persona chismosa quien divulga información sobre otros, lo hace para dañar a otros, y para destruir las amistades, y para causar a la víctima de aparecer mal delante de otros. Cuando una buena persona escucha cosas malas de otros, se detendrá a no oír más, o guardará en secreto esta información. Hay ocasiones en que necesitamos avisar a nuestros padres, o a quienes tienen en autoridad (nuestro pastor o la policía) cuando llega información a nuestro conocer para que la persona encuentre ayuda, o rendirse a las autoridades, pero el chismoso no tiene esto en su mente. El chismoso quiere dañar a otros por hablar cosas malas de esta persona. Nunca es para orar, ni para ayudar, sino para hacer conversación caliente y jugosa.
Mat 22:37 Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. 38 Este es el primero y grande mandamiento. 39 Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
Debemos amar a Dios. Es la primera responsabilidad y obligación de cada ser humano. Esta relación con Dios se refleja en como tratamos a otros. No debemos tratar a otros como no nos gustaría que nos trataran. De atacar, ser cruel, o dañar a otros es de realmente hacer esto a Dios, porque cada ser humano es hecho a la imagen de Dios. Entonces, cuando hablamos mal, o revelamos secretos e información de la vida de otros, estamos dañando a esta persona, y todo esto regresa a nuestra relación con Dios.
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Fili. 4:8 Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.
Las actitudes, pensamientos, conversación, y todo de nuestras vidas debe ser dirigido hacia lo que es bueno y de Dios. No nos concentramos y nos enfocamos en cosas que son pecado, maldad, y nada más causan a nuestras mentes vagar de la vida cristiana. Debemos dejar de hablar, pensar, o escuchar cosas malas de otras personas. Si eres responsable (como de ser padre de un niño, maestro, pastor, policía, etcétera) y debes meterte en la vida de tus estudiantes por ejemplo para ayudarles, está bien. Pero cuando no tienes autoridad ni deber, es un pecado. Aun teniendo autoridad y deber de meternos en las vidas de otros, tampoco divulgamos lo malo a terceros, sino trabajamos directamente con la persona para ayudarle. Un buen cristiano no va metiéndose en las vidas ajenas donde no le toca, y nunca va divulgando secretos para tener jugosos temas de conversación.
Prov 20:19 El que anda en chismes descubre el secreto; No te entremetas, pues, con el suelto de lengua.
HORIZONTAL
1 El hombre _____ callará sus defectos
3 De no estar ocupado en nada de provecho ni espiritual
5 El de corazón _________ calla lo que el amigo le confía
6 De entrar en las vidas de otras personas para remover y estorbar cuando no tiene derecho de hacerlo
7 El que desprecia a su amigo es de corazón ____________
8 Donde no hay chismoso, cesa la __________
VERTICAL
1 Amarás a tu ______ como a ti mismo
2 Una de las cosas que debemos pensar en ello
4 De estar comunicando detalles e información a otras personas por gozo.
| Autor: | Cox, David |
| Category: | EDJS Año 1 |
| Fecha: | 05/10/2015 |
eb44 La Bendición de la Presencia de Dios explica la Biblia que toda bendición viene de Dios, y sin su presencia, no hay bendición. Salmos 16:2 Oh alma mía, dijiste a Jehová: Tú eres mi Señor; No hay para mí bien fuera de ti. Tenemos que entender 1) Todo verdadero bien en la vida es relacionado con Dios. 2) El mal del pecado y de no andar en la voluntad de Dios se rompe cualquiera buena relación que tenemos con Dios, y detiene el verdadero bien en nuestras vidas.
Hola, sirvo en una iglesia impartiendo clases dominicales a los jóvenes y les agradezco mucho el material que publican, pues es una herramienta muy importante para las clases. Este año iniciamos con la serie 1.
Muchas gracias.
Maritza
ok